Masoneria en Uruguay

Desde los tiempos de la Colonia es posible encontrar una presencia masónica en el territorio de la Banda Oriental, como es el caso de Joaquín José de Viana, primer gobernador de Montevideo. Durante la invasión portuguesa, surgió la logia “Caballeros Racionales” además de la “Caballeros Orientales”, integrada por personalidades destacadas de la época como Juan Zufriategui, Manuel Oribe, Santiago Vázquez, Carlos Alvear, Juan Francisco Giró y Manuel Vidal, entre otros. A partir de 1818 y hasta el fin de la ocupación brasileña, hay evidencias de una masonería activa, fuertemente ideologizada como la de “Los Aristócratas”, de tendencia conservadora y monárquica y la de “Los Diecinueve”, de carácter liberal. Estas no sobreviven y, en los años posteriores a la Cruzada Libertadora, surge el taller “Asilo de la Virtud”, constituida en 1831 bajo los auspicios del Gran Oriente de Pensilvania y “Les Amis de la Patrie” quien, en 1843, consigue su carta patente del Gran Oriente de Francia. Por estos años se crea “Constante Amistad” que depende del Gran Oriente de Brasil. Luego de finalizada la Guerra Grande en 1851 y habiendo desaparecido las logias antes mencionadas, la expansión de la masonería en el Uruguay continúa, ahora fuertemente institucionalizada en dos vertientes, “Les Amis de la Patrie” dependiente del Gran Oriente de Francia y un conjunto de logias vinculadas con el Gran Oriente de Brasil. El Derecho Humano en Uruguay La Orden comenzó a funcionar en Uruguay en la década de 1970, siendo Eleusys N° 1206 la logia fundacional. A lo largo de los años fue creciendo en número y en la actualidad funcionan tres: Eleusys N° 1206, Ceres N° 1965 y Dionisos N° 2100. Administrativamente, conforman una Federación Pionera que funciona con un Delegado del Supremo Consejo de Francia y un Consejo de la Federación integrado por representantes de cada una de las Logias. Están regidas por la Constitución Internacional de la Orden y por un Reglamento General.